
Cocimiento — El corazón se transforma
Contexto histórico
El cocimiento del agave comenzó en hornos de mampostería (piedra/ladrillo) alimentados con vapor, un método lento que moldeó por décadas el perfil del tequila. Con la modernización llegaron las autoclaves (vapor a presión, tiempos más cortos y control estable) y, para grandes volúmenes, sistemas de hidrólisis continua/difusor. Cada técnica imprime un carácter distinto y define buena parte del estilo de la casa.

El corazón del agave, limpio y rajado, espera el calor del horno. Aquí comienza la transformación del campo en espíritu.
Paso previo: rajado y retiro del cogollo
Antes de cocer, las piñas se rajan (mitades o cuartos) y se retira el cogollo (núcleo duro y fibroso).
• ¿Por qué? Para cocer de forma uniforme, mejorar el acomodo en horno/autoclave y evitar núcleos crudos que bajen el rendimiento y aporten amargor.
Objetivo del cocimiento
• Hidrólisis de carbohidratos del agave (principalmente inulinas) a azúcares fermentables.
• Suavizar fibras para la molienda.
• Desarrollar compuestos aromáticos (caramelización/maillard controladas) que influirán en el perfil del tequila.

Así se han cocido por generaciones las piñas de agave: en hornos de piedra y ladrillo, guardianes de la tradición tequilera.
Métodos y tiempos aproximados
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Horno de mampostería (tradicional)
• Proceso lento con vapor; 36–72 h según tamaño y carga.
• Perfil aromático profundo, notas dulces/caramelizadas. -
Autoclave (vapor a presión controlada)
• Más eficiente; 12–18 h típicas.
• Buena definición de aromas con mayor uniformidad entre lotes. -
Hidrólisis continua / Difusor (industrial)
• Horas (muy rápidas); prioriza volumen y rendimiento.
• Perfil más neutro; genera debate entre puristas.
Cuidado de proceso: “en su punto”, ni crudo ni sobrecocido
• Riesgo de crudo: centros blancos y duros, inulinas sin convertir → menor Brix, notas herbales/amargas, extracción difícil.
• Riesgo de sobrecocido: caramelización/extracción excesiva → notas quemadas o amargas, pérdida de frescura.
• Indicadores de punto:
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Color ámbar uniforme hacia el centro.
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Aroma dulce (miel/camote/calabaza) sin notas quemadas.
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Fibra que se separa con facilidad.
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Mieles con Brix objetivo del productor (control interno).
Reposo (tempering) post-cocción
Al terminar, las piñas descansan para estabilizarse:
• 12–24 h (varía por planta) para igualar temperatura, disipar vapor y homogeneizar azúcares.
• Se drenan mieles y se evita compactar en caliente.
• Este reposo mejora la molienda y la consistencia del mosto.
Resultado
Agaves blandos, dulces y aromáticos, listos para la molienda, donde se extraerán los jugos que iniciarán la fermentación.

Al abrir la autoclave, el aroma dulce del agave cocido invade el aire. El vapor que escapa es el testigo de la transformación: del corazón de la tierra al espíritu del tequila.